jueves, 29 de noviembre de 2012


Requiem

925 en Telemadrid y Onda Madrid. 129 en El País. 143 en Unidad Editorial. 1.198 en RTVValenciana. Y esto sólo en los últimos meses. Y lo que está por llegar. En total, 2.395 profesionales de la comunicación que se suman a los 12.743 demandantes de empleo que el Informe Anual de la Profesión Periodística registró para su elaboración en septiembre de 2011.

Ya está bien.



































A los directores les gustan las cifras. Ellos sólo ven eso. Cifras. Jugar con ellas. Un número allí un número aquí. Se han dedicado toda su vida a ello. A cuadrar datos. Hoy te pongo un 0 a la derecha aquí, mañana tú me pones dos. Así se ha fraguado la situación que vivimos. Hoy día el dinero no es un billete. Hoy día el dinero es una cantidad que pasa de una cuenta a otra con una velocidad y facilidad pasmantes. Transacciones que acaban en mal puerto y luego no hay nadie a quien pedirle una mísera explicación. Una explicación de que su errónea transacción ha acabado con su puesto de trabajo. 'No hay dinero', es el mensaje que se manda. Sí que lo hay. Por supuesto que lo hay, habría que ser tonto para no saberlo. Pero dónde. Ladrones de guante blanco que se apoderan de lo que no es suyo. Amigos de lo ajeno vestidos de traje y corbata. Ya está bien.

¿En juego? qué hay. Por supuesto nada suyo. Es muy difícil jugarte lo que es tuyo. Por eso se lo han jugado. Porque no es suyo. Es nuestro. Son nuestras nóminas. Nuestra razón por que levantarnos todos los días. Nuestra fuerza para vivir. Nuestro plato en la mesa. Son 2.395 despidos. No, no sólo es eso. Son 2.395 rostros. 2.395 familias. 2.395 cerebros. 2.395 corazones. Alguien debería adjuntarles como respuesta en cada carta de despido una foto de familia y una pequeña reseña de lo que le supone a cada uno de los nuevos parados esa misma carta. Quizás no valga la pena. Eso sólo conmovería a los que tienen corazón.

Y qué hacer. Nos preguntamos todos. Hoy mismo, 29 de noviembre del fatídico año 2012, cientos de personas se agolpan en la Puerta de Sol. Son trabajadores de Telemadrid y Onda Madrid. Familiares. Amigos. Gente sin ningún tipo de relación pero que quiere aportar su insignificante granito de arena. ¿Cómo acabará? Aún no ha acabado. Pero una de dos. O se marchan a casa sin nada. O se marchan a casa sin nada y con un porrazo de aquellas fuerzas del Estado, también asalariados, que velan por nosotros.

No sé cómo seguirá esto. Cuál es la vía para escapar de esta pesadilla que afecta a más de cinco millones y medio de personas, sobre una población activa de poco más de 23 millones. Nadie confía ya en quién permitió que esto ocurriese en su época, ni en quien permite y ampara que esto ocurra en ésta. En el informe recibido por los trabajadores de Telemadrid, no se estipula en ningún punto que los altos cargos vayan a sufrir reducción salarial alguna. Tampoco la espero. Lo cual no quiere decir que sea una auténtica vergüenza.

Sólo soy un estudiante que está a punto de terminar su carrera de periodismo, e ingresar en esa cifra de doce mil parados en el sector, y cinco millones y medio en el general. Sólo quiero que se tome conciencia. Sólo quiero fuerza. Arrimar el hombro. Mostrar el apoyo a los compañeros despedidos y los ya anteriormente parados. Y fuerza, señores, fuerza. Fuerza en casa, fuerza en el puesto de trabajo, y sobre todo fuerza, fuerza en las calles.

1 comentario:

  1. Muy bien dicho.
    No desesperes pues tendrás un explotador trabajo mientras seas becario. Están echando a reconocidos profesionales con una carrera de más de 20 años en la empresa que día tras día, hora tras hora han "perseguido la noticia de rigurosa actualidad"...
    Qué pena...

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