lunes, 3 de diciembre de 2012

Violencia legítima

El discurso con el que Felip Puig, consejero de Interior de la Generalitat, nos ha deleitado esta misma mañana no da lugar a segundas lecturas: se está riendo de nosotros.

La comparecencia de este señor durante esta mañana ha sido poco más que una broma, de no ser porque a estas alturas de la película, las bromas, y más viniendo de este tipo, causan de todo menos gracia. Pues bien. Siguen pensando que somos tontos, o eso, o saben que su inmunidad es tal que se ven capaces de reírse de nosotros en nuestras propias caras -o cámaras-.

Pues bien, en el evento, este buen hombre ha sido cuestionado por los incidentes acaecidos en la jornada de huelga del 14-N en Cataluña. Concretamente por la cabeza abierta de un niño de 13 años en Tarragona y la pérdida de un ojo de otra manifestante en Barcelona. Las respuestas de esta 'persona' no han hecho más que incendiar a los oyentes.

Para 'explicar' la acción con el joven tarraconense, Puig se ha referido que "fue un golpe fortuito, involuntario y sin intencionalidad" y añadió que un golpe en el suelo con la porra rebotó a esta misma hacia la cara del chico. Es ya lo que faltaba por oír en este clima de tensión que se vive entre poderes y ciudadanos. Una carcajada más que es de lo que más daño puede hacer a todos aquellos manifestantes heridos, que las acciones policiales queden impunes y además de justifiquen de estas maneras tan ridículas.

En estos casos no hay nada mejor que unas buenas imágenes, y las hay. En ellas vemos perfectamente cómo dos agentes 'del orden' apalean a un chico que lo único que intenta es protegerse en el suelo. Él tiene 13 años. No sabe cómo reaccionar ante una situación así. La mayoría de los mayores de edad no sabemos, cómo va a saberlo un preadolescente. Resultado de la 'igualada' contienda. La cabeza del niño abierta.

Pero esto no es todo. También tuvo lindeces para la chica que desafortunadamente perdió un ojo durante las cargas en Barcelona. Ahí directamente, Puig no quiso ni redondear en persuasorias y 'curradas' excusas. Simplemente miente ante las imágenes. Asegura que no se disparó ni una sola pelota de goma el día 14 de noviembre. Supongo que lo podrá demostrar. Las pelotas de goma están contadas, y deberían haber entrado en comisaría las mismas que salieron en caso de no haber habido ni un disparo. Pero no sólo eso, hay vídeos que muestran las dichosas pelotas volando sobre las cabezas de los manifestantes.

No hay más que decir, señor Felip Puig. La verdad que no hay nada más que decir. Si la gente sigue creyéndoles y votándoles hasta faltando tan visceralmente a la verdad, poco más se puede hacer. Sólo le digo una cosa: la violencia engendra violencia, ya nos echaremos las manos a la cabeza.



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